miércoles, 9 de enero de 2013

Ojos-Miopia



La miopía dificultad mi visión lejana. Mi inseguridad frente al porvenir me hace ver los acontecimientos más gordos y más inquietantes de lo que son de verdad. Es como si no estuviera listo para enfrentarles. Puedo ver lo que está cerca mío pero mi visión lejana es confusa a causa de los músculos oculares contraídos y tensos. En suma, puedo tratar con mi realidad inmediata y mi vida “diaria”, con gran facilidad. Pero me es difícil crear mi propia visión del futuro y ver las posibilidades frente a mí ya que debo superar el miedo a lo que viene. Si soy miope, puedo tener tendencia a estar molesto e introvertido, lo cual puede resultar de experiencias de mi infancia que viví como pavorosas o abusivas (por ejemplo la mirada hostil o rabiosa de uno de los padres). Por ejemplo, si un maestro o un tío me pegaba, me volví miope porque tenía miedo de él, y no quería verlo porque a su sola vista, me ponía nervioso, inquieto sabiendo lo que me esperaba. Habitualmente, a menos de haber vivido otro conflicto, mi visión cercana será mejor que la mediana porque sé, incluso inconscientemente, que es importante que vea bien lo que sucede cerca mío para poder defenderme o para hacer los buenos gestos cuando esta amenaza estará cerca de mí y para que no me hiera. La miopía indica generalmente una subjetividad excesiva. La expresión “ no ver más lejos que su nariz” describe bien esta manera de ser. No querer ver a lo lejos por cansancio o pereza o, aún, a fuerza de decepciones de la vida. “no creo mis ojos” ilustra bien cómo me siento. Compadecerme de mí – mismo es a veces más fácil que actuar. Aceptando ver el mundo exterior, esto me permite aprender sobre mí. Se ensanchará mi visión y se desarrollará mi espacio interior. Elijo nuevos caminos, me hago confianza.